The xx
(XL Recordings, 2010), LP
Como suele suceder, la eficacia del sistema nos permite disfrutar de cosas tan rápidamente como se van; si es que existe el culto en la era moderna, donde lo local se convierte en universal con mayor rapidez, The xx son dignos de la etiqueta: obscuros, misteriosos y románticos, tienen su propia iconografía y saben explotarla. Existe una dicha que se entrega absoluta en referencia al trío londinense.
Con una biografía tan corta como su primer largo; The xx nació en 2005 en la meca de la cultura Inglesa. La capital del país europeo vio nacer las primeras composiciones: el grupo, al parecer en la nueva tradición inglesa, comenzó a hacerse un nombre atraves de su MySpace, para 2008 ya estaban grabando su primer material y a mediados de 2009 ya estaba empacado y en las tiendas. Aun cuando su historia podría asimilarse a cualquier otra, la excepción corre substancialmente con él, en ese entonces, cuarteto.
Una banda con un sonido tan refinado: lento y sexual, no es algo que es parte de la máquina de hype todos los días. El grupo y su debut se sostienen sobre una mezcla de guitarras profundas, interacciones delicadas de voces, mucha fricción y unas letras muy subidas de tono. Grabado en los estudios de XL en Londres, el grupo solo podía usar el espacio de noche y al parecer el proceso nocturno influyo el alma del material producido por Jamie Smith, el hombre detrás de los mpc’s, quien junto con Romy Madley Croft (guitarra y voces), Oliver Sim (bajo y voces) y Baria Qureshi (guitarra y sintetizador) juegan a una mezcla elegante de rock solido, pop de ensueño, electrónica casera y, principalmente, r&b. La edición en acetato incluye el cover a Hot As Fire de Aliyah, que pone pie en la duda de que estos chicos tienes encima una escuela completa del sonido norteamericano; lo dictan sus voces: los malabares sinuosos que Croft y Sim tienen exponen la intimidad de sus letras, inclusive si no se comprendieran, el sudor se alberga claramente; y aun cuando el grupo niegue de muchas maneras el contenido de la lirica esta no cesa a primera instancia. Tiene lo que Interpol tenía en su debut; la capacidad de crear una forma emocionante de expresarse con guitarras, pero aquí hay muchos más silencios y el espacio recorre la enorme abertura que se le deja.
Croft y Sim juegan su papel de respuesta y pregunta; muchas veces es solo pregunta y otras ni siquiera existe la respuesta. Sim recorre los fantasmas de Chris Isaak y a Croft se le puede atribuir su cadencia a la juventud que le canta; se abren un camino tangible donde la musicalización del grupo se compone de cada detalle mínimo.
XL y Young Turks presentan unos de los materiales más detallados igualmente refiriéndose a su arte: la X que se encuentra en ambas partes esta en relieve cortado, la caja interior que guarda el acetato es blanca y crea la icónica portada. Dentro, un poster que detrás guarda las letras de las canciones créditos y la clásica tarjeta de XL regalando el disco en material Mp3. ¿Se le puede llamar nuevo clásico tan temprano? En los casos de impertinencia podríamos hacerlo; imaginemos que el grupo no tenga un futuro prominente; pero aquello no cambiaría de ninguna manera el delicado rastro que su debut dejara.
Con una biografía tan corta como su primer largo; The xx nació en 2005 en la meca de la cultura Inglesa. La capital del país europeo vio nacer las primeras composiciones: el grupo, al parecer en la nueva tradición inglesa, comenzó a hacerse un nombre atraves de su MySpace, para 2008 ya estaban grabando su primer material y a mediados de 2009 ya estaba empacado y en las tiendas. Aun cuando su historia podría asimilarse a cualquier otra, la excepción corre substancialmente con él, en ese entonces, cuarteto.
Una banda con un sonido tan refinado: lento y sexual, no es algo que es parte de la máquina de hype todos los días. El grupo y su debut se sostienen sobre una mezcla de guitarras profundas, interacciones delicadas de voces, mucha fricción y unas letras muy subidas de tono. Grabado en los estudios de XL en Londres, el grupo solo podía usar el espacio de noche y al parecer el proceso nocturno influyo el alma del material producido por Jamie Smith, el hombre detrás de los mpc’s, quien junto con Romy Madley Croft (guitarra y voces), Oliver Sim (bajo y voces) y Baria Qureshi (guitarra y sintetizador) juegan a una mezcla elegante de rock solido, pop de ensueño, electrónica casera y, principalmente, r&b. La edición en acetato incluye el cover a Hot As Fire de Aliyah, que pone pie en la duda de que estos chicos tienes encima una escuela completa del sonido norteamericano; lo dictan sus voces: los malabares sinuosos que Croft y Sim tienen exponen la intimidad de sus letras, inclusive si no se comprendieran, el sudor se alberga claramente; y aun cuando el grupo niegue de muchas maneras el contenido de la lirica esta no cesa a primera instancia. Tiene lo que Interpol tenía en su debut; la capacidad de crear una forma emocionante de expresarse con guitarras, pero aquí hay muchos más silencios y el espacio recorre la enorme abertura que se le deja.
Croft y Sim juegan su papel de respuesta y pregunta; muchas veces es solo pregunta y otras ni siquiera existe la respuesta. Sim recorre los fantasmas de Chris Isaak y a Croft se le puede atribuir su cadencia a la juventud que le canta; se abren un camino tangible donde la musicalización del grupo se compone de cada detalle mínimo.
XL y Young Turks presentan unos de los materiales más detallados igualmente refiriéndose a su arte: la X que se encuentra en ambas partes esta en relieve cortado, la caja interior que guarda el acetato es blanca y crea la icónica portada. Dentro, un poster que detrás guarda las letras de las canciones créditos y la clásica tarjeta de XL regalando el disco en material Mp3. ¿Se le puede llamar nuevo clásico tan temprano? En los casos de impertinencia podríamos hacerlo; imaginemos que el grupo no tenga un futuro prominente; pero aquello no cambiaría de ninguna manera el delicado rastro que su debut dejara.