
El gusto y supervivencia del acetato en parte se le debe al arte gráfico que le acompaña. No es un secreto que las portadas de esos 12” son innegablemente encantadoras. Esas portadas brillantes, coloridas y significativamente grandes. Con la entrada del CD el arte gráfico entraría en una decadencia abismal: portadas mucho más pequeñas dieron pasó a diseños descuidados, y de pronto el arte gráfico que tanto se había cuidado durante décadas, era un simple elemento ornamental.
Aun así el trabajo de ciertas personas dejaría una marca indeleble en el colectivo común. Sus obras, repartidas entre cientos de acetatos, propondrían y recordarían a la posteridad la importancia y el compromiso de crear, no solo música, sino también una imagen icónica. Desde Alex Steinweiss a Roger Dean (a quienes ya les dedicaremos un apartado especial después un poco más extenso) la importancia del arte gráfico que acompaña la música sigue vigente aun; en vistas hacia el futuro y con nostalgia igualmente.
En esta línea, Project Thirty-Three, escanea, recopila y publica de manera sustancial portadas de discos con arte con formas geométricas; desde cuadros, hasta círculos y los juegos de colores de ambos. La perfecta armonía de tipografía y geometría gráfica; aquella imagen en boga durante muchos años y que popularizarian diseñadores como Sam Sullivan, W Hopkings y Emmett McBain.
En esta línea, Project Thirty-Three, escanea, recopila y publica de manera sustancial portadas de discos con arte con formas geométricas; desde cuadros, hasta círculos y los juegos de colores de ambos. La perfecta armonía de tipografía y geometría gráfica; aquella imagen en boga durante muchos años y que popularizarian diseñadores como Sam Sullivan, W Hopkings y Emmett McBain.




