30 de abril de 2012

Resena: Luis Miguel - Romance

Luis Miguel
Romance
(2011, WEA) LP, 3x7", CD, LTD

En 1991 aun cuando Luis Miguel ya tenía una carrera bien definida como ídolo popular el muchacho de 21 años decidió mudar su carrera a horizontes extraños. Pero antes de continuar; definir las cosas en el correcto contexto sería adecuado. 21 años después de su lanzamiento, WEA, por alguna razón inexplicable decide reeditar Romance en una caja de edición limitada con el largo completo en acetato y CD; sumándole Inolvidable, No sé tú y Contigo A La Distancia que se incluyen cada una como sencillos de 7 pulgadas. Y digo inexplicable porque eso de las reediciones en plástico negro estaban hasta ahora ajenas de la cultura mexicana popular: o al menos a la de un sector tan común como lo que puede llegar a ser Luis Miguel. Entonces, ¿Por qué editarlo de esta manera? ¿Acaso el publico del mirrey le resplandecerán los ojos con tal regalo? ¿Por qué un sello tan roto y poco ingenioso como WEA se echa la bronca de editar en un formato en el limbo de la cultura generalizada a un mercado perdido? ¿Cuál es la reacción correcta ante tal espectáculo?

Hoy en día a El Sol de México se le reconoce como parte importante de la cultura mexicana; favorita de las señoras y las reuniones de edad, el culto que se extiende a casi lujuria por el hombre que hoy en día presume ya sus 42 años, se debe a ciertos aspectos y puntos clave de su carrera. Uno de ellos es Romance. En 1991 Luis Miguel hizo lo que hoy en día, si se repitiera un movimiento similar, se le consideraría ampliamente como un suicido comercial: cuando el cantante ya tenía una carrera bien definida como ídolo popular el muchacho de 21 años decidió mudar su carrera a horizontes extraños. Era un México que lejano ya estaba de las costumbres europeas que tanto tenían ocupada la mente de Luis Miguel, que como todo buen hombre de vida, en crecimiento y, por que no “de mundo”, al mirrey le dio por crecerse como sumiller autodidacta y de la mentada haute cuisine: si bien estas características no tocan ni una campana siquiera en la edad moderna en la que la prole justifica el peso mexicano, la perspectiva de que hace 21 años, en pleno sexenio de Carlos Salinas De Gortari, esto fuera pan de cada día, es aun más recóndita: este era un país en pleno crecimiento político, social y principalmente económico. Un país al cual se le contaba como uno de los pocos en desarrollo en vías al primer mundo. Así, y sin mucho donde meditar, un “suicido comercial” no era de importancia a un país que literalmente “estaba agarrando el pedo”.

Agustín Lara moriría el 6 de noviembre de 1970; si bien su sombra aun mancha la costa y la mayor parte del terreno de Veracruz, con la muerte del hombre de los siete nombres se marca el punto y final de aquel ritmo conocido como bolero. El poeta jarocho escribió tantas melodías como su voz dolosa pudo describir la belleza del amor y principalmente de la mujer. La perspectiva de nuevo es necesaria. Hoy en día chistes como Jamie Cullum o Michael Buble son dignos representantes de géneros en los que se presumen como sus salvadores; el revival entonces es negocio de vivos, y aquellos que fallecieron dedicando cada gota de saliva y sudor lamentan la injusticia callados bajo el suelo. Si Nina Simone, Frank Sinatra o Engelbert Humperdinck (que por cierto sigue vivo, no teman) verían con ojos alegres tales desplazamientos de oportunismo: ellos y muchos más siguen la corriente; hace 21 años, Luis Miguel no lo hacía ni un poco y seguro, sin dudar, Lara le hubiera sonreído al Sol con cada conga, piano y guitarra que suena en Romance. 11 de los 12 temas que componen el disco fueron compuestas entre 1941 y 1967 ¿En qué año murió el bolero? Y solo No Se Tu, de Manzanero se firmo en 1986. Es ampliamente reconocido que desde entonces, el bolero regresaría y que Romance, en voz del mirrey, se colocaría de nuevo en las lenguas del publico que le seguía y es que si Luis Miguel o no escogió las canciones que tomaron forma en su disco, no importa; este hombre que a sus 21 años derramaba la misma pasión como la que Lara hacía temblar a su garganta no tenía precedentes. El Sol no revivió el bolero, extendió su brazo y busco en el pasado para prolongar su vida de una manera en la que el público pudiera entenderlo: con su voz. Y ni siquiera tuvo que escoger una canción de Lara para hacerlo. A Luis Miguel se le tenía tanta confianza artística que en 1991 si él hubiera decidido editar un disco de heavy, ahora mismo estaríamos hablando de otro México popular, pero no, Daniela Romo poco después que el, Buika en el nuevo milenio ante Chucho Valdes, Pasión Vega entregada y Luz Cazal firmada en Blue Note, hermosa y con clase; todos ellos le deben un tributo mínimo a quien le vio los ojos al bolero hace 21 años y le dedico un arreglo tan hermoso como ese que termina No Se Tu.

Pongamos las cosas, de nuevo, en perspectiva. 21 años después México vive uno de los fondos más sofocantes que existen y la extensión social y cultural del país deja mucho que desear en su parte popular. Hablamos de una nación donde es imposible e inaceptable que lo que controla y dicta la cara superficial y general del país es tan pobre que hasta la sospecha de que sea una clase de distracción social es inminente. Es un México después de la crisis del 94, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, de Atenco y la lucha del narco y seguimos apuntando a un futuro aun mas retrograda. El día de hoy podrías burlarte de Luis Miguel; podrías decir que el dicta o es parte de la ignorancia de las masas, pero ponte a pensar que él es solo un hombre de que una vez fue parte de una péquela burbuja ajena de problemas y con toda la esperanza del mundo; una burbuja llamada México; y eso fue hace 21 años.