21 de abril de 2012

Vintage Wax


Así como revisamos nuevos lanzamientos, mirar al pasado es igual de importante. Vintage Wax es una serie en a cual dedicamos una retrospectiva critica a lanzamientos del pasado. Discos clásicos, joyas escondidas o puntos de reflexión histórica: entiéndase mejor como una manera de ver el presente consultando el pasado.


(1979, Factory Records) LP

Siempre he considerado que existen dos planos donde descansa este debut: existe una especie de punto ciego que condiciona al escucha a tratar con cuidado el registro, lo bruto de sus detalles y lo filoso de su mensaje: su solida, fría y lenta manera de ser. Es un disco difícil, hermético y sinuoso. Por el otro lado esta la pesada columna que remarca al lanzamiento como un clásico de orden moderno, de esos que se dan por sentado, de aquellos de mención sencilla, cuando pareciera confuso a primera esquina. Su naturaleza de tótem quizás desprestigia el oscurantismo de su porte y lo incomodo que puede llegar a ser; echenle la culpa al pobre de Curtis. Pero si en verdad la obra completa de aquella banda de Saldford debe de estar manchada de de un exquisito morbo, quizás reconsiderarle su fama bien asentada seria un ejercicio fácil de comparar: cuando la segunda guerra mundial termino con Alemania rendida y Europa en rodillas con la mayoría del territorio pidiendo disculpas, años después de la guerra las ideas donde se expande la creencia del nazismo y el oscurantismo propagaron una historia secreta que si bien no es posible de probar es otra manera de ver el terror y, principalmente, la imagen nazi. Mattias Gardell alguna vez analizo como Hitler utilizaba la magia a favor suyo como herramienta de control -e inclusive la ligera comparación de Hannett con Erik Jan Hanussen sirve para entender este punto- pero a años del holocausto, buscarle un fin dentro del oscurantismo, con mas morbo que verdad, es buscarle la quieta pata al gato.
(1971, Elektra) LP

Si Morelos, héroe de la Independencia Mexicana escribía en los Sentimientos de la Nación que "El hombre sólo se distinguirá a uno del otro ya sea por el vicio y la virtud" Ray Manzarek, Bobby Krieger, Paul Desmond y el ya mencionado plurales veces en este mismo texto, Jim Morrison serán recordados por que LA Woman es seguramente uno de sus mejores discos: tanto en virtud como vicio. De hecho podríamos atrevernos a decir que es el mejor; deja entrever que el trabajo de Morrison como cantante y escritor nunca se escucho mas real y crudo; su aspereza lírica es aun más notable a su voz aguardentosa: pero la algarabía del cantante estaría perdida sin el soporte del grupo: de principio a fin el trío de músicos es correcto, salvaje y elegante; y en veces todo simultáneamente. Al mismo tiempo que el grupo se desvanecía, culpando al poco interés que Jim tenía por la música y las diferencias que el grupo había cargado por años (retratadas de una manera sobrenatural en aquella película de Oliver Stone) la seriedad con la que se permiten implorar la lujuria del blues que siempre predicaron sobresale de tal manera que empaña sus esfuerzo anteriores tal como si fueran despojos del mismo. Jim moriría tres meses después de su edición. Amanecería sin vida en su hogar en Francia y la historia ha hecho lo suyo con su imagen y con la música de The Doors: ídolos del blues, de chamacos por doquier, de tochos de barrio y legendarios en el sendero del rock. LA Woman tiene cuarenta años, si el debut homónimo del grupo es una leyenda en mención propia, el final de la historia, ese último disco en tinto y amarillo, continua de cualquier manera en extender el legado único del cuarteto angelino.
(Mo' Wax, 1996) 2LP

Que si a los ojos del californiano el legado de su debut es una historia más en una lista de logros donde algún otro es una piedra aun más pesada e importante es una duda que solo él podría responder, pero el recordatorio de su primer largo siempre estará latente en la historia de el mismo. Serie un pecado, aun así, resolver una carrera como la suya con el ejemplo de su debut; si por algo sigue vigente no es por la leyenda del mismo y es que aun con ya los quince años cumplidos el disco se mantiene erguido de tal manera, hasta el día de hoy, sin dejar de trazar y alimentar un legado que continua con Davis y su empatía por una cultura que niega su desaparición. Endtroducing... continua siendo la piedra mas pesada al hablar de una leyenda que si bien tuvo una pretensión y misión, las cuales solo Shadow podría hablar de ellas, ahora es un tótem intachable. Si bien la embarcación continua aunando por los zurcos de miles de discos, Davis ha dejado en claro que lo indeleble de su obra se lo debe al seguimiento de ella misma y con ello continua en el mismo camino tal como la dedicatoria principal del disco dicta, casi como promesa: "Dedicado a toda una vida a la cultura del acetato".

Mas revisionesTom Waits - Swodfishtrombone (1983, Island) LP | Lee Morgan - The Sidewinder (1963, Blue Note) LP | Carlos Santana & Mahavishnu John McLaughlin - Love Devotion Surrender (1973, Columbia) LP | George Harrison - Wonderwall Music (1968, Apple) LP