14 de agosto de 2012

Vintage Wax: Joy Division - Unknown Pleasures

Joy Division
Unknown Pleasures
(1979, Factory) LP

Al final de la segunda guerra mundial, Inglaterra constituía una promesa ante las circunstancias de la guerra. Su visión política y económica sobrepasaba el rumbo social que rezagaba a cuestas una nación que sufría un trauma post bélico. Podríamos pensar en Manchester y sus alrededores como el síntoma mas dolido de la transición de una nación que tuvo que aprender a ponerse de pie; los experimentos de propiedad, la utópica idea de vivienda que proporcionaba aquellas unidades, una encima de la otra, una comunidad con una tradición humilde y obrera, pero sobre todo urbana. La ciudad de Salford, al oeste de Inglaterra, vivía prácticamente en las penumbras del gris hasta finales de los 80's debido al decline industrial que la ciudad experimentaba; este mismo había florecido a finales del siglo 19 pero fallo dejando a la clase trabajadora que prácticamente constituía el 100% de la población en una depresión económica entrando el siglo y aun mas terminando la guerra. Cuenta la leyenda que el 20 de julio del 76, Peter Hook y Brendan Sumner fueron al segundo concierto que los Sex Pistols dieron en el Manchester Lesser Free Trade Hall. John Cooper Clark, quien por cierto también creció en Salford, alguna vez menciono como “todos” estaban en aquel show, “los 7 millones que al parecer tenían una banda”. Clark alguna vez recito su poema Evidently Chickentown para calentar el escenario antes del cuarteto -tal como aparece en la película Control- y tal como si fuera una foto de la malherida urbanidad Inglesa recitaba a velocidad: "La puta escena es triste, las putas noticias son tristes, la puta gente son estúpidos, duele mirar alrededor. Los putos bares están llenos de putos chicos y putas chicas con ojos asesinos" y termina remarcando de manera violenta como "Los putos días son largos, te deprimen de una puta manera; evidentemente es un pueblo de gallinas".

¿Cual es el rostro de un pueblo después de la guerra? Friedrich Engels y Karl Marx en 1844 escribieron La Condición de la Clase Trabajadora en Inglaterra donde Engels describía a Salford como "una largo quartil trabajador; uno muy insano, sucio y olvidado" y era la cara del apogeo de la ciudad. En los años sesentas la regeneración de la ciudad vino con actividades geográficas y principalmente arquitectónicas que prometían una utopia social de accesibilidad urbana: los 30 bloques de torres, repletas de departamentos miniatura que servían de promesa hacia un futuro mejor, que se levantaron, las calles reformadas que se llenaron de hogares de dos cuartos que años después fueron nombrados por incitativas humanas como imposibles de habitar. Deborah Curtis y su hija vivían en uno, donde el esposo de Deborah planeaba mejorar su salud, irse a vivir a Holanda y abrir una tienda de libros en un cuarto el que había pintado azul; de paredes a techo. El 18 de Mayo de 1980 Ian Curtis decidió dejar el disco de The Idiot de Iggy Pop en perpetuo movimiento en su tocadiscos para quitarse la vida. El tiempo es aquel que no ha desperdiciado espacios para reivindicar una y otra vez no solo este disco, si no también la mancha obscura que el mito sofisticado le ha arraigado, pero principalmente la mórbida imagen de Ian Curtis. Aun así Unknown Pleasures, editado un año antes del suicido de Curtis, es mas un retrato de una banda que creció en contextos de reformas humanas y emocionales, tanto personalmente como colectivamente; a una sociedad que les propuso buscar en los bordes de su ciudad los planes claros de su existencia. Si bien el punk vino a representar la voz del joven de manera visceral, en territorio ingles el desarrollo del mismo consiguió convertirse en una moda; Joy Division en cambio sugería funcionar como una clase de radiografía del aprendizaje urbano y lo fugaz que arraigaba el mismo genero que ellos suponían suyo. Cada uno de sus integrantes como acumuladores, visionarios de la arquitectura balsámica de su tiempo, detenían el tiempo en Salford y prometían registrarlo.

El 29 de mayo del 1977 los Stiff Kittens, justo antes de tomar el escenario, decidieron cambiar su nombre por Warsaw. "¿Alguien recuerda a Rudolf Hess?" gritaba Curtis al primer publico que tenían enfrente, en el Electric Circus. A principios de abril del 79, el grupo empezaba la grabación del disco. Martin Hannett y su eco estaban ahí. Hannett, sin alejarse de su trabajo como productor, era lo mas cercano a un profesor demente; su trabajo expandió las posibilidades del grupo a costas del mismo: Sumner y Hook les parecía difícil someterse a lo obscuro que podía llegar a ser su debut y eventualmente dejaron que Hannett tomara las riendas en una relación laboral basada en ejercicios de "estira y afloja". Un año antes habían lanzado su primer EP, An Ideal For Living. En la portada un chico de la juventud de Hitler toca un tambor; en letras capitales se puede leer el nombre del grupo. Su gusto en la imagen neo nazi y el fascismo incomodaba, pero su insistencia la soportaban en sus hombros como tributo a aquellos familiares y su vida durante la segunda guerra mundial. El hecho de que fueran punks arremetidos no ayudaba a mejorar su imagen tampoco; como Warsaw eran inmediatos y fugases; alimentados por la rabia su sonido era metálico de pies a cabeza. Los mitos de la Factory recrean a Joy Division en directo como si fuera un derroche de energía y aunque lo eran en un estado bruto, el cuarteto de Saldford no eran los Buzzcocks. Hannett comprendía el espacio donde las canciones dejaban rastros de metal, eco y sudor. Y siguiendo las menciones neo nazi, el unortodoxo productor en su papel adecuado detrás de las manivelas de espacio amplio y los controles del ruido es sin duda una especie de Erik Jan Hanussen callado hacia el cuarteto.

Aun cuando en realidad su discurso es disperso, Unknown Pleasures no podría someter su naturaleza en contra de la lejanía de sus ambiciones. En medio la cara principal se puede leer "This is the way" grabado en el plástico negro donde desde el primer golpe de Disorder, que abre el disco, la certeza de su emoción se sabe fría y quieta por partes iguales. Peter Saville sabia exactamente lo que Jocelyn Bell Burnell se refería en el documental Beautiful Minds: "Nada es estático, nada termina, todo es provisional" como augurio de veranos por venir; y el significado resumido de los que ya habían pasado. Saville incluyo el descubrimiento de Burnell en la tapa, la lectura del primer pulsar descubierto por el ser humano; tan frío y quieto como el lugar donde provenía; fuera de esta galaxia. De manera similar al descubrimiento del pulsar la experiencia de escuchar el registro es emocionante, requiere paciencia y es igual que leer notas que parecieran carecer de sentido; pero el cuestionamiento seria sin dudar si en realidad tendríamos que decifrarlas. La enfermedad de Curtis estaba a meses de distancia, su relación con Annik Honoré y el deterioro de su matrimonio también; esto hace que buscar dentro de su primer registro pistas del futuro por venir inútil. Closer, editado después del suicidio de Curtis, esta repleto de menciones trágicas, personales y obsesivas. Unknown Pleasures en cambio habla de la eterna búsqueda del sentir, de una juventud desperdiciada, del malgasto, de la entrega al miedo, de esperanzas fallidas, de una chica en apuros, pasar por la el centro de la ciudad buscando a alguien que no llegara, de viajes testigos de mártires y santos, caminando por la ciudad en fuga y el desvelo violento. ¿I Remember Nothing es acaso una fotografía de la relación de Ian con Deborah? No lo creo, ni tampoco She Lost Control habla de Ian y sus ataques epilépticos (Ian tuvo su primer ataque en enero del 1980).

Siempre he considerado que existen dos planos donde descansa este debut: existe una especie de punto ciego que condiciona al escucha a tratar con cuidado el registro, lo bruto de sus detalles y lo filoso de su mensaje: su solida, fría y lenta manera de ser. Es un disco difícil, hermético y sinuoso. Por el otro lado esta la pesada columna que remarca al lanzamiento como un clásico de orden moderno, de esos que se dan por sentado, de aquellos de mención sencilla, cuando pareciera confuso a primera esquina. Su naturaleza de tótem quizás desprestigia el oscurantismo de su porte y lo incomodo que puede llegar a ser; echenle la culpa al pobre de Curtis. Pero si en verdad la obra completa de aquella banda de Saldford debe de estar manchada de de un exquisito morbo, quizás reconsiderarle su fama bien asentada seria un ejercicio fácil de comparar: cuando la segunda guerra mundial termino con Alemania rendida y Europa en rodillas con la mayoría del territorio pidiendo disculpas, años después de la guerra las ideas donde se expande la creencia del nazismo y el oscurantismo propagaron una historia secreta que si bien no es posible de probar es otra manera de ver el terror y, principalmente, la imagen nazi. Mattias Gardell alguna vez analizo como Hitler utilizaba la magia a favor suyo como herramienta de control -e inclusive la ligera comparación de Hannett con Erik Jan Hanussen sirve para entender este punto- pero a años del holocausto, buscarle un fin dentro del oscurantismo, con mas morbo que verdad, es buscarle la quieta pata al gato. Joy Division era una banda que aprendió a tocar bajo sus propias reglas y supo jugar el juego que se determino. Ian Curtis fue víctima de las circunstancias que le rodearon y Uknown Pleasures fue el inicio de su carrera: un disco ajeno a todo lo que después ocurriría. El grupo durante su existencia fue sin duda gutural hasta la espina, pero su debut descansa en instancias completamente diferentes a su continuación; aquí no hay revelaciones personales ni sentimientos muertos, solo la resaca de una juventud seria, fría, enojada con el tiempo. De una ciudad que no levanta oportunidades. Del mundo que ellos mismos conocían hasta ese momento. Joy Division era un grupo de amigos en sus veintes, imaginarlos ebrios en medio de la noche riendo, esperando salir al escenario o en algún pub de Saldford en vez de ir caminando por un puente sin hablarse deprimidos por la guerra parece mas factible: eran hombres serios determinados por su historia en la ciudad, conscientes eran de lo que sucedía, tanto que supieron como atarlo en este disco, pero los cuatro no eran mas que un grupo de amigos. Y es mas simple razonar que el cuarteto grabara el disco que quería hacer con los ahorros de vida de su jefe (Tony Wilson): simplemente por diversión, o simplemente por que querían montar una banda, justo después de ver a los Sex Pistols. Tanta sombra que se ha montado encima del grupo con los años que es tan fácil olvidar que esos cuatro muchachos eran solo un grupo de amigos y este, su primer disco.