19 de enero de 2012

Resena: Timber Timbre - Cedar Shakes / Medicinals

Timber Timbre
Cedar Shakes
Medicinals
(2011, Arts & Crafts) LP, 180grmd, RE

Se dice que la apreciación histórica viene antes de la contextual. Podríamos hablar de cualquier trabajo y excusarlo debido a determinado espacio histórico. Durante la existencia rural norteamericana el uso del mito y la leyenda sobre los hechos cubrían el lecho del léxico común del arte; por medio del se relataban las grandes historias de amor, religión, odio y pena; y como por igual se retrataban los hechos de manera oral: aquella historia rota mitad figurativa mitad real. Marineros, campesinos y trabajadores: con tal de que la lengua fuera escuchada la incendiaban con relatos sacados del imaginario mítico.

2011 vio consolidarse a Timber Timbre como propuesta de peso. Ese trío canadiense que con Creep On Creepin On fueran añadidos a la short list del premio Polaris de pronto abundaban en la labia de aquellos quienes demostraban emoción hacia su obra y de esa manera, y todo porque la lengua de Taylor Kirk, figura principal del grupo, esta y siempre ha estado encendida. Y digo encendida por que Creep On Creepin On no es su primer esfuerzo; de hecho podríamos comprender y apreciarlo el disco y al grupo por igual, mucho mejor apuntando al pasado del proyecto, esa apreciación histórica de la cual mencionaba al principio. Porque algo que Timber Timbre representa, inclusive en imagen, es la iconografía del misticismo, las leyendas y las mencionadas lenguas en llamas. Arts & Crafts los acogió como hogar en 2010 y edito ese exquisito homónimo, pero el proyecto que Kirk, esa cabeza floja de cabello, estudiante de cine y amante del oscurantismo, había pasado ya por un sendero sonoro y lírico para ese entonces. Si bien sus primeros dos largos parecían convertir a sus escuchas como parte de una congregación, ya existía un antecedente.

Cedar Shakes fue el primero, grabado en dos días durante Julio en 2005, Kirk estaba solo y gustaba en dejar en claro su amor por los sonidos ásperos, principalmente esos guiños a la americana y el folk vecino. Cedar Shakes en consulta deja entrever mucho de lo que Kirk trabajo y pulió hasta el día de hoy, y aun mas cuando se añadió Simon Trottier y Mika Posen a la nomina del grupo, pero en ese lejano 2005 en Ontario, Kirk estaba solitario con sus instrumentos y unas ganas de contar historias para su congregación: Kirk deja claro en Cedar Shakes que en contexto, su música podría fácilmente asimilarse como de otro tiempo. Escuchando su homónimo primer largo y su continuación, uno podría intuir lo mismo, pero en ellos, esa mirada lejana al folk, blues y la americana se homogenizaban igualmente con un misticismo único; y ahí es donde entra el segundo disco en tema: Medicinals. Si bien en Cedar Shakes Kirk extendió lo que su propuesta comenzaba a significar y podríamos hablar de su continuación, Medicinals, como la extensión de las mismas; es natural tal diferencia con el hecho de que les separan dos años. Medicinals fue grabado en 2007 y en el ya se vislumbraban las practicas regulares e ideas que comprometían a la congregación que iba ganando Kirk solitario. Aun cuando Cedar Shakes es muy visceral (y en muchos estados obvio) en Medicinals es claro que, después de escuchar sus dos primeros largos, aquí se encontraba los provocativos detalles que hicieron bien en extender y que en Cedark Shakes propusieron de manera superficial: las instrumentaciones obscuras, el folk restringible: por alguna razón (y esto pasa mucho en la música de Timber Timbre) las canciones cambian a convertirse en algo mas, tal como si el rumbo que llevan se desviara hacia algo inexistente, y estos dos albúmenes ayudan a sofocar el cuestionamiento, si es que se tiene, de donde ha venido a surgir esto.

Originalmente lanzados por el mismo Kirk en línea y en escasos cd-r's, el grupo prometio tener disponibles estos dos discos en cortes de acetato de alto gramaje editados por su sello Arts & Crafts como exclusiva de sus maravillosos directos, después el mencionado sello los tuvo disponibles a cualquiera con la paciencia y el dinero (a pesar de su gran catalogo y productos, lidiar con la irresponsabilidad del sello y sus cargos de envió internacional es, tal cual podríamos calificar; grosero) para conseguirlos. Las portadas originales han sido remplazadas por dos fotografías de Robyn Kotyk. El sonido quizás fuese ampliado para su lanzamiento en plástico negro, pero aun así mantiene sus características de grabaciones caseras de una mente sugerente, lo cual es parte de ese encanto de baja fidelidad que tanto atrae del par de registros. Como tal los discos vienen bien a los completistas y fanáticos como anillo al dedo, pero al mismo tiempo, el hecho de que son obras menores disponibles para complementar las subsecuentes, esto no debería detener la idea de poseerlos por contener excelente música por fines propios.