6 de octubre de 2012

Los Fantasmas Del Vinilo

¿Recuerdas lo que fue aprender a andar en bicicleta? ¿Aquella vez que te perdiste en el supermercado y creíste por un minuto que te quedarías ahí por el resto de la vida? ¿Que sentiste la primera vez que terminaste un libro, que olor tenia?
Por Vick Urias

Ilustracion de Seattle Weekley
Hay ciertos episodios de nuestras vidas, sentimientos que se quedan muy marcados en nuestra memoria y los recordamos con nostalgia, uno de ellos, sigue haciendo ruido hasta el día de hoy: acababa de llegar del colegio, cursaba el cuarto grado, con mi camisa desfajada y los zapatos manchados de chamoy corrí a la oficina de mi padre, donde realizaba mis tareas de la escuela, dentro había un librero de madera gigante con dos grandes puertas en medio, las abrí y encontré un tesoro; sentía que había descubierto algo muy valioso y que no debía ponerle mano encima por que me iba a ir mal, pero aun así lo hice; la tentación fue demasiada. Dentro encontré los discos de acetato de mi padre y un tocadiscos: a memoria en realidad no era una colección envidiable pero había una que otra joyita popular: discos de Chico Che, Cri Cri, Michael Jackson, hasta uno de las Ardillas, pero el que mas me cautivo fue uno que con grandes letras dictaba "Grandes Exitos" y le pertenecía a The Beatles: ese disco me acompañaba día y noche. Cuando mi padre descubrió lo que su hijo había encontrado lejos de molestarse, creo que, no le importo, el viejo nunca fue muy asiduo de la música y creo que ya ni recordaba que tenia esos discos, así que los herede automáticamente.

Esos días fueron lo que me hicieron descubrir la verdadera magia de la música: la decisión de querer ser músico; la fantasía de tener una relación sexual con la música y contraer una enfermedad venérea, casarme con ella, hacerle un hijo, divorciarme, que me dejara sin casa, sin dinero, entregarle todo… en fin, entienden el punto. Las portadas, la información que venia, quien escribió la canción, en que estudio se grabo, quien toco que instrumento, a veces hasta venia que microfono habían usado, que guitarra, que amplificador. Cuando ese disco daba vueltas y la música empezaba a sonar era como si de cada surco del disco salieran estos fantasmas y empezaran a tocar en medio de mi casa, los fantasmas del vinilo. Un día deje la consola sonando y me salí a la calle, imaginaba que los fantasmas hacían su fiesta ahí, todas las bandas aparecían para tocar; platicaban y disfrutaban. Regrese, tome un disco y lo mire fijamente. Observaba sus surcos y trataba de entender como era que de ahí salía sonido para terminar poniéndolo de nuevo: un pedazo de plastico que contiene todo este universo codificado te transporta al lugar donde se grabo, si prestas atención puedes oír voces, platicas, sonidos, cosas que quedan registradas por error, pero que son una golosina para los nostálgicos.

"Al comienzo de Revolution #1, en el White Album de The Beatles, se escucha alguien diciendo algo como 'Take two'. Todas las tomas de grabación comenzaban con la voz del ingeniero (o productor, a veces) indicando el número de la misma. En algún momento de la edición, obviamente, esa referencia que era solamente interna era borrada. Por error, en la mezcla final, la voz del ingeniero quedó. Cuando estaban a punto de grabarla, John pidió que la dejaran".

Los métodos de grabación eran muy diferentes a los de hoy: si se me pidiera mi opinón, no dudaría en recalcar que antes había que ser mas creativo. Hoy tenemos un estudio mas completo en una laptop que lo que tenían el cuarteto de Liverpool para grabar sus canciones: lo cual nos dice que hay muchos magos, pero solo unos cuantos hechiceros. La modernidad ha llevado al músico a sentirse mas cómodo, pero el alma que el pasado podía presumir en las casualidades y los errores no se puede encontrar de esa manera: es lo que le da personalidad a la música, lo que vuelve iconica una grabación. Las nuevas tecnologias, nuevos métodos de grabación, de consumir la música, de reproducirla, es similar a cocinar todo con eso que llaman margarina; un substituto de la manteca, es como comer tocino "light". Si se va a comer algo tan delicioso como el tocino debes hacerlo de la mejor manera. Y para mi como músico, la mejor manera de escuchar y sabrosear la música es a través del vinilo, la mejor manera de deshebrar una canción, donde todos los puntos de vista, las formas, el sonido de guitarras, bajos, baterías y voces te fuerza a imaginar el "¿Como hicieron para grabar eso?". Esos discos que escuchaba todos los días en mi casa, eran como puertas a mi disposición que me transportaban a diferentes lugares, discos enteros de principio a fin: todo un viaje. Asi aprendí a tocar la guitarra, tratando de emitir los sonidos que escuchaba en esos discos. Tratando de ser un fantasma que salía de los surcos de mi discos favoritos.


Soundtrack errante: tres discos para invocar fantasmas:


The Beatles
20 Greatest Hits
(1982, Capitol) LP
El disco que lo cambio todo para mi; en ese entonces era un niño de cuarto grado de primaria; es un lujo la inocencia. Tiempos de inocencia musical, algo que nunca se debe perder, pero que es muy difícil recuperar. No se que me paso con ellos, no se si era toda la magia que los envuelve, cuando llegue al mundo ya existía el cuarteto de Liverpool que en sus años de pubertad se llamaba The Quarryman, y eso tal vez te crea una predisposición para escucharlos como algo verdaderamente mágico. Solo recuerdo que antes de morbosearlos por primera vez, preparando la consola, sacando el disco de su caja, de alguna manera sabia que estaba a punto de escuchar algo que iba a cambiar mi vida. La primera vez que escuche el feedback de esa nota inicial en "I Feel Fine" me pregunte a mi mismo; "¿Como se hace eso?". El constante empeño en producir ese elemento furtivo que haría las cosas únicas, autenticas. 

Alice Cooper
Billion Dollar Babies
(1973, Warner Bros) LP
Recuerdo que este me lo regalo, Jose Carlos "El Chakal" o como le decía mi madre "El Chakalito" Rodriguez. Adolescencia y rebeldía pura: acababa de entrar a una secundaria de gobierno, hice todo lo posible para cambiarme viniendo de un colegio de monjas, donde se tenia que rezar el Angelus a las 12 del día, llevar clases de catecismo, sin cabida para ninguna expresión artística de ningún tipo fuera de lo religioso. Así, este disco fue para mi como si el mismo Mefistófeles se me apareciera y me pidiera el alma a cambio de todos los paraísos artificiales posibles. Y yo habría firmado, créanlo, pero nunca se apareció. No soy seguidor de Cooper ni mucho mas, pero este disco me gusta y lo recuerdo por que era lo que había.

The Rolling Stones
Exile on Main Street

(1972, Rolling Stone Records) LP
Aquí llego el veneno: el disco mas caótico y libre de los Stones. Cuando estaba como en segundo o tercero de preparatoria me lo robe (junto con una playera de James Dean que decía Rebel Rider) de la casona vieja de la abuela, la mayoría de mis tíos vivían en el gabacho seguramente alguno lo olvido ahí. Los jóvenes Stones tuvieron que retirarse de Inglaterra por que le debían el alma al fisco, la clásica historia en la que el manager te embauca: en el momento cúspide de su carrera estaban en bancarrota. Su grabación fue casi como un verdadero milagro: Keith se instalo en el sur de Francia en una casa enorme donde la mayoría de la banda vivía o deambulaba como verdaderos espectros. Casa enorme llena de músicos, se grababa a todas horas, no había reglas, me imagino que las canciones eran realmente paridas en el momento después de fermentarlas con alcohol y drogas por días. Muy parecido a lo que fue ese verano para mi: los padres de Jose Carlos "El Chakalito" Rodriguez se habían ido de viaje a Japón y teníamos casa sola por lo menos un mes. Llegabas en cuanto podías escaparte de tu casa, no se tenia que tocar, ibas de filo al patio donde ya se estaba asando la carne o al cuarto donde se estaban armando los carrufos. La única regla era que tenias que llegar mínimo con tres caguamas, así que me guardaba el cambio de las tortillas, de las cocas y de lo que pudiera para cumplir con la cuota personal diaria. El soundtrack no podía ser ni mas ni menos que Exile On Main Street.



Victor Urias se autodescribe como "Musico 'in the making'"; oriundo de Guamuchil Sinaloa toca la guitarra en el grupo Jaliciense Buffalo, tiene un gusto perdido por la música de años pasados y apunta, con pregunta al aire que "¿Si alguien tiene una audiencia es digno de ser escuchado? No lo se, no lo creo y mi intención es ganarme ese privilegio".