(Now Again, 2011) 4x7”, boxset, ltd
Durante el imperio de el Shah en Irán las cosas se movían como cualquier país asiático que avocaba por la modernización y las relaciones exteriores; la proliferación del arte era la cadencia de sus jóvenes, como siempre lo ha sido y, en caso especial de Irán, la inocencia con la cual veían el mundo occidental. "En 1949 aparecieron las primeras canciones de música occidental con letras persas en Irán: después de ahí aparecieron muchos músicos haciendo lo mismo. Vigen Derderian fue quizás el primero” apunta Kourosh Yaghmaei: “Sus fanáticos le conocían como el `Sultan del Jazz’ pero era un error; cualquier grupo en ese entonces que tuviera una batería, se le conocía como jazz”.
Kourosh Yaghmaei nació en Shahrood "Un pueblo a 400 kilómetros este de Tehran" en propias palabras de Kourosh. Tehran, capital de Irán, fue y ha sido el lugar donde Kourosh ha pasado toda su vida, y planea seguirlo haciendo. Aprendió rápidamente a tocar el santur, instrumento tradicional persa, cuando su padre se lo regalo a los diez años. A los quince lo cambiaría por la guitarra. Rápidamente influenciado por sus héroes, The Ventures, el iraní inicio su primer grupo: The Raptures. Con ellos saldría de gira y ganaría la experiencia en las tablas. Al paso del tiempo los músicos que le acompañaron cambiaron y decidió continuar de manera individual. Su sonido, lejano al del cuarteto estadounidense de rock, amalgamaba la tradición iraní, sus cadencias y misterio, con la música occidental basada en guitarras. Kourosh tenía muy en claro las posibilidades del acercamiento pop hacia la tradición musical de su país que tanto conocía. Su carrera despego de tal manera que él y su grupo viajaban frecuentemente durante los años que predijeron la revolución de su país.
La carrera de Kourosh se detuvo repentinamente con la revolución de Iran ideada principalmente por fundamelistas islámicos; la caída del Shah represento un paso (o quizás muchos) atrás para la cultura Iraní. El Shah tenía en la punta de la cabeza un plan de modernización política y social, claramente esto incluía el crecimiento cultural; el líder igualmente concebía el reconocimiento Israelí, que pudo haber puesto en alto detalles políticos actuales como la guerra santa y el terrorismo. El Emperador iraní fue derrocado y escapo a tierras lejanas, bajo la sorpresa de sus benefactores y apoyos extranjeros: de ahí busco asilo hasta el fin de sus días. Mientras tanto en el país que decidió desertarlo, la revuelta islámica tomaba el poder con ello significando el aislamiento, censura y prohibición artística: "Después de la revolución se inicio una conducta ilógica contra la música. Se destrozaron discos, masters de grabación y archivos de radio; se destrozaron los discos y cintas comerciales y se castigaba a quienes las vendiera, se rompían instrumentos en tiendas y calles y se atacaba y multaba a quienes los tuvieran” cuenta el propio Kourosh: “¿Puedes imaginar cómo es ser acusado por algo que, hasta poco tiempo atrás, era considerado un arte respetuoso?”.
La mayoría de los artistas y compañeros de Kourosh, incluidos sus hermanos, escaparon del país. El, en cambio, decidió quedarse en el lugar que lo vio nacer; a sabiendas de las posibilidades que le traería el futuro. Se le prohibió hacer, tocar y grabar música; al igual que transmitirla por cualquier medio y difundir su rostro como personaje público. Durante años continúo trabajando a los límites que el nuevo orden se le permitía, obteniendo permisos y siéndole negados aun mas para poder continuar con lo que él considera es su misión hasta el día de hoy.
Now Again no es un extraño de los lanzamientos de este tipo, la arqueología musical es su especialidad: ya este año lanzaron aquella gran colección de tres acetatos de rock indones que por igual escarbaba en la historia de la rebelión artística y la sobrevivencia musical en contextos sociales extremos. Esta vez, junto con Kourosh y su familia, Egon, capo de Now Again, editan una colección que permite comprender la carrera del músico iraní. Editada en tres formatos: una antología de 2CD’s y otra con 3 acetatos; y un boxset de 4 siete pulgadas. Esta última es la que ocupa el tema: durante la carrera de Kourosh, antes de la revolución, el solo pudo editar cuatro sencillos en plástico negro, estos sencillos son reproducidos y se editan en una caja de acabado mate con imán para su cierre, un libro de 44 páginas con la historia de Kourosh contada por el mismo y la información integral de su trabajo. La caja y presentación son increíbles, la documentación e información por igual; y la música representa un tesoro, pero las reproducciones dejan mucho que desear en el sentido estético, aun así poseer un pedazo de lo que representa una historia de sobrevivencia artística, sin dejar de hacer notar lo valioso de la música, decide que Back From The Brink es sin duda uno de los integrales más esenciales en cuestión de reediciones históricas y musicales que se han rescatado.