10 de octubre de 2012

Resena: Quakers - Quakers

Quakers
Quakers / Instrumentals
(2012, Stones Throw) 2xLP

En una reciente entrevista con la Radio Nacional De Francia, Geoff Barrow hablaba de como en Bristol, la ciudad que vio nacer el hip hop ingles, cuando el sonido americano llego a las tierras de la Reina, las venas que bullían la sangre violenta de las calles de la pequeña área de Inglaterra dejaron lo que sea que estaban haciendo para encontrarse en medio de una fiebre: "Las pandillas que peleaban entre ellos de pronto dejaron de hacerlo; al menos con los puños. Ahora cada que se encontraban, bailaban en contra de los otros". recuerda Barrow. Cuando Portishead puso en puntos suspensivos su carrera al final del siglo pasado, sus integrantes salieron a concentrarse en sus propios intereses. Barrow, el hombre que hasta ese entonces se ocupaba de los platos, inicio su propia marca: Invada. "Iniciada por Barrow y Paul Horlick para perder dinero y amigos", es como la corta descripción del sello se lee y hace entender como el sello mas bien responde al capricho de sus dos cabezas. En la misma entrevista, Barrow recuerda a su gran amigo Jonny Dollar quien falleció en 2009; fue Dollar quien invito a un joven Barrow como ayudante a las sesiones de lo que se convertiría en Blue Lines, el primer disco de Massive Attack. Aquella historia de Barrow trayendo refrigerios para el grupo no es tan descabellada, pero el joven amante del hip hop estaba siendo testigo del nacimiento de algo enorme: “Algunos tienen a The Clash o The Sex Pistols, pero en aquella linea de ética punk, para mi la verdadera escuela era Public Enemy”, recalca Barrow en la mencionada entrevista, dejando claro que la huella mas latente de su trabajo es la urbana. El hip hop vive y sobrevive de maneras diferentes y en Bristol se gesto de una manera muy peculiar. Invada es el reflejo de ello, y aun cuando sus cabezas principales dedican su tiempo a espacios que parecieran ajenos al sonido de Bristol, su influencia es obvia. Third, el tercer disco de Portishad y Beak>. En 2010: Cuando Beak> presento su primer disco en Amoeba, Barrow no dudo en invitar a Peanut Butter Wolf al show; el capo del sello californiano Stones Throw cuenta su asombro por la propuesta de Barrow y su grupo; tanto que ficho a Anika a su marca. Pero seguro la platico se volvió mucho mas cálida cuando PBW le puso un oído a lo que Invada estaba produciendo. El inicio de Quakers entonces resulta de la colaboración entre Invada y Stones Throw: el sello californiano lo presento como un colectivo de 35 personas con Fuzzface (Barrow), 7-Stu-7 y Katalyst como ejes centrales de la propuesta. Los tres productores han sabido bien a uien recurrir y como presentarlos.

El disco al completo es fuerte y directo; aun cuando pasa la marca de la hora entera, los 41 tracks dividíos en los dos LP's se pasan como agua; un trago pesado pero definitivo. Y necesario. El hip hop es lo que mantiene unido cada borde del disco va mucho mas allá del cinismo ideático del genero. Aun cuando ciertas rimas que los invitados escupen caen en la rutinaria estela del rap común, los elementos que comparten espacio con ellas saben reponerlas y apuntarlas hacia estado de ingenio y abrasividad creativa. Quakers toma esa bandera que UNKLE alzo en su debut Psyence Fiction, ese sueño húmedo que Josh Davis y James Lavelle tenían del hip hop moderno. Pero estos hombres ingleses y australianos blancos están lejos del juego fantasioso que DJ Shadow y el capo de Mo' Wax jugaban: su registro esculca en cada esquina del insomnio ilustrado del hip hop subterráneo y va mas alla: Guilty Simpson y MED comparten rimas sobre un tributo a Radiohead; Phat Cat asegura que fuma mas que “ese negro de Wiz Khalifa”; Emilio Rojas se suelta en lo que quizás sea la mejor canción de protesta afroamericana de este año y ¿Acaso Coin Locker Kid esta rimando sobre Haruki Murakami mientras Pink Floyd suena en el fondo?. El disco sabe resumir el hip hop moderno en un solo album: texturas espesas, ritmos inteligentes, invitados que invitan a dar una mirada al subterráneo Estadounidense (curiosamente ni un rapero ingles o australiano invitado) y una pila de inteligencia sonora. Aun cuando es difícil reconocer entre los productores de base en base algunas pistas nos dejan entrever al responsabe, pero es de aplaudir como una producción tan inmensa y a cargo de tres personalidades diferentes no se dispersa en ningún momento: el soul, el funk, el jazz de avanzada y los diálogos del siglo pasado componen la parte mas difícil del álbum y su energía es aun mas palpable en Instrumentals. Por que el hecho de que para cada uno de los hitos del sello Stones Throw edita las instrumentales debería contarse abiertamente como uno de los grandes placeres de la vida. El mismo disco sin MC's es oro: "Stones Throw sigue siendo un sello manejado por DJ's, con artistas que son DJ's haciendo música para otros DJ's" se lee en la web oficial del sello y el doble LP con todos los beats, sintetizadores y texturas al desnudo es tan efectivo como el producto completo y aun así completamente diferente. El ejercicio de que por el mismo minutaje solo por ritmos

El proyecto toma su nombre de los movimientos telúricos: casi como si quisieran arreglarle un diminutivo a "earthquake", Quakers retumba y hace daño, pero no dejo de pensar que tal como cualquier otro terremoto de gran nivel se pueden esperar replicas o inclusive uno mas grande. Simplemente pareciera que su debut responde a la inquietud de abrir una brecha mucho mas grande que esta; hacer un hoyo mas profundo y excavar. Gorillaz, UNKLE: todos aquellos que han querido y logrado manufacturar del collage a invitación abierta un trabajo conciso sobreponen sus ideas sobre la disposición de sus invitados. Si bien Quakers es un excelente disco; uno de los mejores de lo que va del año, la expectativa real será ver si en realidad existirá una continuación. Por ahora, me quedo con mi parte favorita del álbum: la leyenda en contraportada, tal como si fuera amenaza, de que el disco incluye hip hop.